Que tu negocio crezca invirtiendo el mínimo gasto y el menor esfuerzo posible es el sueño de cualquier empresario: con el Growth Hacking puede ser una realidad. Descubre qué es el Growth Hacking, el denominador común que puedes encontrar en empresas tan exitosas como Facebook, AirBnb o Dropbox. ¡No te lo pierdas!
¿Qué es el Growth Hacking?
Al analizar el término Growth Hacking vemos dos palabras que ya nos dan una pista de por dónde van los tiros:
Growth = Crecimiento, Viralidad
Hacking = de hackear, descrito también como la habilidad de programar soluciones creativas para resolver problemas de la vida real.
En Bisiesto si nos preguntan qué es el Growth Hacking y queremos describirlo de forma directa, decimos que es una disciplina que busca, con el mínimo gasto y esfuerzo posibles, incrementar de forma rápida y notoria el volumen de usuarios, o ingresos, o impactos, de una empresa.
La idea del Growth Hacking surge de una premisa muy básica: crecer, crecer y crecer. Cada decisión que tome un Growth Hacker irá destinada a hacer crecer su empresa; cada estrategia, cada táctica o iniciativa va en esa dirección. Crecer es el sol alrededor del cual gira un Growth Hacker. Y para conseguirlo, se encarga de redefinir los productos y su distribución a fin de que lleguen al máximo número de personas posibles.
Por supuesto, los profesionales del marketing tradicional también buscan eso, pero no en la misma medida. Así que, lo que hace poderoso al Growth Hacker, es su obsesión en un único objetivo: el crecimiento. Es precisamente a causa de esta fijación que han aparecido nuevas técnicas, métodos y herramientas de Growth Hacking que antes no existían y que se han convertido en las bases de una estrategia de crecimiento.
Pero pongámonos en situación: si somos una startup, ¿cómo conseguimos crecer cuando acabamos de empezar? Un Growth Hacker lo tiene claro: hay que conseguir más con menos. A nadie le gusta invertir mucho dinero en algo que no sabe si va a funcionar, o en acciones que conllevan riesgos, como la publicidad. Y menos les gusta hacerlo a startups que acaban de iniciar su viaje en el mundo de los negocios y no están dispuestas a despilfarrar dinero innecesariamente. Esta premisa nos sirve para cualquier tipo de empresa, pero cobra especial protagonismo en una startup que tiene que intentar optimizar los gastos al máximo.
¿Cómo aplicar el Growth Hacking?
-Para aplicar el Growth Hacking de manera sencilla con éxito el primer paso es desarrollar un producto o servicio que aborde directamente las necesidades del público objetivo. Un buen producto que se ajuste al mercado es la base del crecimiento. Para ello, es preciso analizar el mercado y el funnel o embudo de conversión que atraviesa el consumidor desde que ni siquiera conoce el producto o servicio hasta que se transforma en cliente.
-El segundo paso es clave fijar unos objetivos específicos y dividirlos en objetivos más pequeños para monitorizar el progreso y adoptar cambios en caso de que sea necesario por no alcanzar las metas propuestas.
-Una vez planificados los objetivos, es el momento de que el Growth Hacker despliegue sus dotes diseñando propuestas creativas e innovadoras que consigan ese crecimiento exponencial que necesita la startup para aumentar ingresos y continuar en desarrollo.
-A partir de ahí, se deben rastrear los datos y las métricas a diario para valorar los resultados, desde las interacciones en Redes Sociales ahasta el tráfico web. Con esos datos en la mano, el Growth Hacker está preparado para tomar decisiones basadas en hechos, virar tácticas o replicar las que han tenido éxito.
-Una vez culminado el proceso, debes regresar al primer paso, ya que solo a través de la repetición se logra un refinamiento continuo del producto o servicio y una comprensión más profunda de las necesidades del cliente y de la realidad del mercado aumentando, así, las posibilidades de crecimiento.